He aprendido a grabar en espejo cuando era niña en el colegio. Todavía conservo el trabajo que hice.
Es un poco cansado pero merece la pena el resultado. Lo clásico es pintarlo de color negro, pero también quedan bonitos en color, por ejemplo en un espejo con flores, se pueden pintar con pinturas rosas y amarillas etc y las hojas verdes. Haced la prueba ya veréis que bonitos quedan.
Materiales: Espejo, un dibujo, papel carbón, lápiz, celo, un compás o un clavo ( si se tiene una maquina de esmerilar muchísimo mejor), guantes, algodón mágico
( limpia metales), pintura acrílica negra y un pincel.
Bueno mi dibujo es éste.
Cuando acabé con el dibujo puse el papel de carbón encima, por la parte de atrás del espejo.
Luego puse el dibujo en cima del papel de carbón y lo sujete con celo para asegurarme de que no se me moviera el dibujo y comencé a repasar todo el dibujo.
Así me quedó calcado en el espejo.
Con un clavo y siguiendo las lineas del dibujo, comencé a rascar la pintura del espejo.
Así me quedó.
Cuando rasqué todo el dibujo seguí rascando las partes que yo quería que se vieran de negro. Yo rasqué algunos mechones del pelo.
Con el algodón mágico ( limpia metales) lo pasé bien en todo el dibujo para quitar ese color cobre que queda al rascar y que me quedara transparente. Hay que poner guantes, ya que el algodón mágico irrita la piel.
Al pasar el algodón mágico por el gravado se vuelve transparente.
Esto es el espejo al trasluz.
Por último lo pinté de negro.
Este es el cuadro que guardo como oro en paño. Mi primer espejo gravado que hice en el colegio.